La última vez que pasé por la Plaza del Liceo fue un día después de que los terminales hubieran celebrado su Monôme. Monôme '09. El mío fue el '04. 5 años. Madre mía. Cada vez que paso por la puerta 4 y veo a los terminales, los veo cada vez más pequeños. Es algo que me choca porque cuando éramos terminales nos sentíamos mayores e importantes. No es que los terminales sean ahora más pequeños por defecto de fábrica, soy yo que me hago mayor. 5 años después ya tengo mi carrera. Qué vertigo, ¡Dios mío! Quién le iba a decir a la profe que me quería hacer repetir por ser lenta leyendo que iba a ser traductora e intérprete. Las vueltas que da la vida, ¿no?
©AC
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