martes, 14 de diciembre de 2010

Saltarás.

Sé que en estos momentos en los que desearías que tu corazón dejara de latir, cualquier palabra que pueda decirte para consolarte no surtirá efecto. Sé que sientes que tu corazón sólo late por inercia, como un buen reloj cuyas piezas funcionan a la perfección. Sé que notas sus latidos pero que no los sientes. Sé que de tus entrañas sólo puede salir un grito que desgarraría toda tu garganta. Sé que las lágrimas te abrasan y que los silencios te ahogan. Sé que sientes que has muerto por dentro, que deseas que esto acabe de una vez por todas, que quieres morir porque no eres capaz de aguantar más el dolor.

Lo sé.

Yo también sentí todo aquello. Una vez, hace mucho tiempo ya pero no hace tanto. El paso del tiempo se torna nebuloso, no soy capaz de decir con exactitud cuánto tiempo hace de aquello. Podría mirar un calendario y averiguarlo, pero sin ese calendario, podría decir que ocurrió a la vez hace mucho y poco tiempo. Hace mucho y poco tiempo a la vez porque es una cicatriz que seguirá ahí hasta el día en el que deje de respirar. ¿Por qué? Porque esa herida ha hecho de mí quien soy ahora.

Hace ni mucho ni poco tiempo, pero también hace mucho y poco tiempo, deseé dejar de respirar. Sentí un dolor que no había sentido nunca. Un dolor mucho peor que el dolor físico. Mi esencia, por decirlo de alguna manera, agonizaba y pedía piedad. Mi sueño se desvaneció casi de la noche a la mañana y, con ello, todo el futuro que hasta entoces había imaginado, soñado y estado construyendo.

Sé lo que sientes.

Pero también sé que un día, de la noche a la mañana, sentirás que los latidos de tu corazón vuelven a calentar tu sangre. Poco a poco, volverás a sentir. Y poco a poco irás reconstruyéndote con la ayuda de los tuyos pero también sin ella, sólo con tu esfuerzo, tu sonrisa y tu actitud.

Sé que no lo crees, pero yo lo sé.

Porque también sé que el día que menos te lo esperes recobrarás la fe y la sonrisa y nadie podrá nunca más arrebatártelas. Porque habrá nacido un nuevo tú, una versión más fuerte y mejorada, sin que te hayas dado cuenta. Por supuesto, tendrás miedo de que pueda volver a ocurrir todo aquello por lo que pasaste y casi, y repito casi, acaba contigo. Pero habrás podido comprobar que no sólo no te ha destruído sino que, al contrario, te ha hecho mucho más fuerte de lo que jamás pudiste imaginar.

No lo crees, pero yo lo sé.

Porque después de eso, el día que menos te lo esperes, conocerás a una persona que te haga sentir todo aquello que creíste que jamás podrías volver a sentir. Y hará que quieras lanzarte a la piscina otra vez aunque no sepas si hay o no agua dentro.

Y saltarás.

Y ya nadie te podrá arrebatar la fe..., porque habrás saltado..., y lo habrás hecho con una sonrisa que tampoco te podrán robar.

***
PD: Cuando uno cae, se levanta y sigue adelante.
SIEMPRE
***
AC

No hay comentarios:

Publicar un comentario