miércoles, 2 de junio de 2010

Por que tu reflejo no se escape nunca de mi espejo.

Pongo mi CD de los Sunday Drivers y te pregunto mientras me enciendo un cigarrillo:

- ¿Quieres una copa?
- Sí, gracias.
- Ponte cómoda, estás en tu casa, ya lo sabes.

Llego a la cocina, saco los vasos y los hielos.

- Absolut limón, ¿verdad? – pregunto asomando la cabeza por la puerta para que me oigas.
- Ya te lo has aprendido – dices con una voz sonriente desde el otro lado del pasillo.

Sonrío yo también mientras lo preparo porque por tus pasos sé que has llegado al salón, has cogido El País y te has sentado en la esquina del sofá que está pegada a la pared. Oigo que trasteas en tu bolso. Al coger uno de los vasos tropiezo con unas sartenes y caen al suelo haciendo un ruido tremendo. Lo recojo todo y cuando voy a llevarte la copa al salón veo que no estás ahí. Voy asomándome a las habitaciones mientras recorro el pasillo y, por un momento, temo que te hayas ido. Oigo unos pequeños ruidos y veo la luz del baño encendida y la puerta abierta. Me acerco y me asomo y encuentro tu imagen en el espejo mientras te maquillas. Te miro unos segundos disfrutando de algo que creí que jamás volvería a ver en ese espejo. Desvías la mirada y ves mi reflejo y te pones roja al ver mi cara de sorpresa.

- Perdona, no..., no quería molestarte, se me ha corrido el rimmel y…

Te ofrezco la copa sin decir nada. Te miro, miro tu reflejo... Os miro a ti y a tu reflejo durante unos segundos y sigo sin poder articular palabra. Preocupada, preguntas:

- ¿Te encuentras bien? ¿Quieres que me vaya?

Te miro a los ojos, sonrío, niego con la cabeza y levanto la copa para brindar. Te ríes de mi cara de idiota y preguntas divertida:

- ¿Por qué brindamos?
- Por que tu reflejo no se escape nunca de mi espejo.


©AC

The Sunday Drivers - Like I do

No hay comentarios:

Publicar un comentario