viernes, 25 de febrero de 2011

Adelanto primaveral.

Después de dos semanas maldiciendo por cómo se ha desmoronado un proyecto en el que tenías puestas todas tus esperanzas, ilusiones y ganas y sintiendo que te has estancado, te despiertas una mañana con los rayos del sol como adelanto de la inminente primavera madrileña (esa que dura una semana). Un vestidito de manga 3/4 y una chaqueta de lana es suficiente para no pasar frío. Sonríes porque por fin puedes ir con las gafas de sol sin que te miren raro (yo las llevo todo el año, que con los ojos claros y las lentillas me molesta muchísimo el resol de los días nublados). Y resulta que te van llegando durante la mañana buenas, mejores e inmejorables noticias sobre ese otro proyecto en el que no tenías grandes esperanzas. Y así, de un plumazo, en menos de 8 horas, dices que sí y te cambia la vida.

Y todo ello sin que el mundo se haya dado cuenta...

Shhh... ¡guardadme el secreto!

Pasad un increíble fin de semana.

AC

viernes, 18 de febrero de 2011

El asesino del "Tres en raya".

Camina de madrugada disfrutando de las estrellas como si le echara un pulso al amanecer. En realidad, está retando a la suerte y a la vida al recorrer las calles del barrio más peligroso de la ciudad más peligrosa del país más peligroso. Lo más de lo más de lo más. Pero a él, ya le da igual. No sería la primera vez que un desconocido le para por la calle saludándole con una navaja. No sería la primera vez que peleara. No sería la primera vez que le hirieran. No sería la primera vez..., tampoco la última. Encerrado en una rutina aburrida, en un traje aburrido para hacer un trabajo aburrido... Era ese vecino que toda persona quiere tener porque jamás molesta y siempre complace. Educado. Serio. Correcto. El hombre que toda mujer quiere para su hija. Pero él no tiene ni madre, ni mujer, ni hija. Ya no. Alguien las tachó de su vida como quien tacha días en el calendario. Una cruz en el vientre de cada una bastó para que perdiera ese juego, como quien pierde al "Tres en raya". Así fue como bautizó la prensa a su verdugo. En su casa, todas las paredes estaban empapeladas por una portada de esos panfletos a los que erróneamente algunos llaman periódicos... Esa portaba rezaba, en mayúsuculas y negrita, en un tamaño despropocionado para llamar la atención y vender más ejemplares:

"¿QUIÉN ES EL ASESINO DEL TRES EN RAYA?".

AC

lunes, 14 de febrero de 2011

Catorce de febrero.

Espero, de corazón, que algún día encontremos, queridos lectores, alguien que sea capaz de decirnos algo así:

Traducción libre (el original es tan bueno y transmite tantas cosas y yo estoy tan cansada que hoy no soy capaz de daros más):

Estoy aquí. Te quiero. No me importa si necesitas quedarte despiert@ llorando toda la noche, me quedaré a tu lado. Si necesitas tomar otra vez la medicación, adelante, hazlo; seguiré queriéndote también durante todo el proceso. Si no necesitas la medicación, también te querré. No hay nada que puedas hacer para perder mi amor. te protegeré hasta que mueras y seguiré protegiéndote incluso después de tu muerte. Soy más fuerte que la Depresión y más valiente que la Soledad y nada podrá nunca dejarme sin fuerzas.

Es del libro "Eat, pray, love" ("Come, reza, ama"). La versión original es siempre la mejor. No he leído el libro ni visto la peli, pero después de saber de la existencia de estas frases, creo que merece la pena al menos leer el libro.

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Como bien sabéis los que me conocéis, me evado del mundo a través del fútbol. Hoy, en un día tan comercial como pocos y que he combatido a base de escuchar Extremoduro, La Fuga y Marea en el ipod (cada uno tiene sus propios métodos), he conocido una noticia que me ha dejado triste: Ronaldo se retira del fútbol. Sólo puedo decir una cosa:

Gracias por estos años de fantasía, fenómeno.

Esperemos que mi equipo se comporte como debe hacerlo este miércoles en la Champions. Así, la semana será mucho más llevadera.

Saludos a todos y ánimo, ya sólo quedan unos pocos minutos para que se acabe este irritante e interminable día.

AC

lunes, 7 de febrero de 2011

Fin.

Me da miedo soltarte la mano.

Lloro tan fuerte que las lágrimas son gotas de sangre.

Siento que este es el último latido que dará mi corazón.

Esta larga agonía, tuya y mía.

Te miro a los ojos.

Ya no brillan.

Ya no sonríes.

Ya no me río.

Tiemblo.

...

Por fin, he reunido el valor suficiente para decirte que hoy te quiero menos de lo que te quise ayer y que, aunque no lo entienda y me duela, esto ya no tiene razón de ser.

AC