jueves, 26 de noviembre de 2009

Anestésiame.

Salgo de casa con mi abrigo nuevo, mi bufanda, mi gorro, mis guantes y mis botas. El cielo está nublado y gris. El aire es frío y húmedo. El suelo está cubierto con un manto naranaja y amarillo. El viento huele a lluvia y hojas mojadas. Camino por encima de ellas, cerrando los ojos y respirando, disfrutando de las sensaciones y de los olores bien abrigada. Espero el autobús escuchando música, canciones en las que sólo se oye un piano -en las que el ser humano sólo se intuye porque es el que lo toca-, con una sonrisa dibujada en mis labios. Tranquila. Disfrutando. Entro en el autobús y veo que está lleno y que, a medida que se va adentrando por la ciudad, se llena más y más. Decido bajarme y llegar andando al trabajo. Es un día gris precioso. Por fín ha llegado el otoño a Madrid. Pero, de repente, recuerdo el día que es y el otoño se cuela en mi corazón tiñéndolo de gris. Madrid, hoy más que nunca, protégeme, déjame perderme en ti, cuídame y anestésiame.
©AC

1 comentario:

  1. Si al final resulta que me estoy enganchando yo a esto eh? jeje!! Muy buenos todos de verdad, enhorabuena!!

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