miércoles, 3 de marzo de 2010

B.S.O.

Mañana perfecta de invierno madrileño. Cielo azul sin una nube. Hace frío pero el sol calienta un poquito. Poco a poco se va despertando la ciudad. No hay coches. No hay gente. Poder pasear por un Madrid vacío en una mañana tan preciosa hace que me enamore todavía más de esta ciudad que me está hablando. Una mañana perfecta después de una noche que no sé cómo describir porque no encuentro la o las palabras que puedan explicar todo el torbellino de sensaciones, sonidos, risas, miradas, humo, confesiones, luces, colores y olores. Una noche con su propia banda sonora. Una banda sonora compuesta por el sonido de las risas, de las sonrisas, de los besos y también el sonido del silencio de las miradas... Una banda sonora que me emociona y, por primera vez desde hace mucho, mucho tiempo, no me da miedo que me emocione. No me da miedo, de hecho, quiero más. Es una emoción bonita, es un riesgo bonito.

Dulce resaca madrileña.

Creo que me gusta.
©AC

No hay comentarios:

Publicar un comentario