viernes, 10 de junio de 2011

Futuro.

Foto de http://identidadandaluza.org/ [o lo que es lo mismo, buscad "futuro en Bing y os sale]

Como habéis podido comprobar, llevo semanas desaparecida. LO SIENTO. Me han absorbido el trabajo y el estudio. En estos momentos de beber tanques de café y cogerme días de vacaciones del trabajo para acabar (bien) las monografías de fin de curso y preparar los exámenes, me viene una pregunta a la cabeza.

Mis mejores amigos dicen (y yo también, para qué engañarnos) que tengo una tendencia innata a complicarme la vida (creo que esto ya os lo comenté en un post el año pasado por estas fechas y en la misma situación). Con un trabajo en el que me va cada vez mejor, en el que aprendo, que me ofrece retos y que paga mis cosas, ¿por qué no quedarme en ello y disfrutar de ese dinero y del tiempo libre que me deja en vez de añadirme tensiones, nervios y agobios con cursos y masters?

Y aquí es cuando me viene a la cabeza una frase de mi querido Antoine de Saint-Exupéry, que me anima a seguir con mi "tortura" voluntaria:

En lo que respecta al futuro, no se trata de preverlo sino de hacerlo posible.

Yo soy inconformista. No he querido dedicarme a traducir porque no me llenaba para ganarme la vida con ello, así que me he tenido que buscar algo nuevo a lo que dedicarme. Pero ya que lo buscaba y "dejaba de lado" la licenciatura, tenía que ser algo que realmente mereciera el esfuerzo y que me fascinara. El año pasado, el posgrado que hice me aclaró las dudas y desde entonces "sé lo que quiero ser de mayor". Pero como bien dice Antoine, no basta con pensar en lo que quiero, así que si me tengo que dejar los codos y sacrificar las maravillosas tardes de cañas por el barrio de la Latina para hacerlo posible... ¡Apuntes, venid a mí!

Este post va dedicado a todos aquellos que estáis de exámenes; a los que seguís estudiando porque no os conformáis y, en general, a todos los idealistas y soñadores que intentamos alcanzar nuestros sueños.

Un abrazo a todos y ¡ánimo!

*Esto lo pongo en pequeñito, que es el mea culpa y no queda bien: También es cierto que parte de los agobios de última hora se deben a no haberme organizado tan bien como podría haberlo hecho..., pero sólo tengo 24 años, ¡caray! [¿Hace cuánto que no usáis lo de "caray"?]


***

PD para los que os preocupáis por mi salud mental: No, no me he convertido en ninguna guía espiritual rollo zen ni tampoco me he chutado nada, de verdad... Igual son las horas de estudio pero creo que todos necesitamos un empujoncito para sentir que el esfuerzo vale la pena (como dice mi padre "Cuanto más trabajo, más suerte tengo").


¡Feliz fin de semana!

AC

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