miércoles, 12 de agosto de 2009

Nostalgia made in LFM.

A mis 22 años y con mi carrera recién salida del horno puedo decir que, con la mirada que tengo últimamente, la época que más echo de menos es cuando estuve en el Liceo. Sobre todo el último año, el de Terminale. Sí. Suena a enfermedad terminal, es lo que tiene el Liceo Francés, mucho humor inglés.
El caso es que pagaría por estar una semana entre esas paredes de hormigón, con el horario del último curso, con mis profesores del último curso y con mis compañeros de clase del último curso. Con todos, porque era el encanto de la clase, pero sobre todo con el grupo aquél de los de “la rangée du fond”. Estaban el gabacho, el filipino y el japonés (mis tres mosqueteros), La Joland, Sonia, Mike, Paul y yo. Qué risas nos echábamos, madre mía. Recuerdo el día aquél que un profesor me hizo leer en voz alta así que tuve que intentar leer mientras me movían el libro y me lo intentaban quitar, mientras el de atrás me empujaba la silla contra la mesa y el de delante empujaba la mesa contra la silla para que no pudiera respirar, en ese momento cogí y empujé la silla del de delante con el pie para que me dejara en paz y el de su lado me cogió el pie y me quitó el zapato, zapato que acabó en la mesa del profesor (5 filas más allá). Y al acabar de leer, me levanté toda digna yo, sin un zapato, y recorrí todo el aula medio descalza hasta la pizarra para recuperarlo ante la mirada estupefacta del profesor y las carcajadas de los demás.
Esto (lo de volver una semana al cole) se lo comenté el otro día al japonés por teléfono cuando me llamó, no pareció hacerle especial ilusión (creo que estaba más pendiente de otra cosa y en ese momento puso el piloto automático).
Después se lo comenté al gabacho y me dijo, puf, no sé, yo no sería capaz de volver ahí y estudiar. ¿Quién ha dicho nada de estudiar?, le dije. Rió. Lo que yo he dicho es volver a estar juntos en clase y rememorar los viejos tiempos. Ya, tronca, pero nos echarían de clase a los cinco minutos. ¿Y cuál es el problema?, contesté yo. Carcajadas.

Ay… Nostálgica a los 22. Nostálgica del Liceo y eso que acabé hasta los mismísimos de él y del Bac de las narices. Nostálgica de aquello. Manda huevos. Un vrai truc de oufs, quoi.
©AC

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