sábado, 19 de diciembre de 2009

Carta a un desconocido.

Quién me iba a decir que te quedarías grabado en mi retina mientras mis ojos lloraban por otro. Yo, que creía que jamás volvería a darme un vuelco el corazón por nadie, noto cómo late más fuerte al pensar en ti. Y al cerrar los ojos y verte a ti, a tu sonrisa y a tus ojos, me ruborizo. Quién me lo iba a decir... Con solo una mirada has conseguido infiltrarte en el bunker que me construí para curar mis heridas y que nadie me hiciera otras.
©AC

No hay comentarios:

Publicar un comentario