domingo, 18 de abril de 2010

Y el otro día me minienamoré.

El otro día al volver de no sé dónde me minienamoré. Estaba ya anocheciendo, iba caminando del bús a casa y me crucé a un chico trajeado (alto, moreno, pelo con corte surferillo, ojos oscuros, sonrisa tímida) que salía del parque empresarial que hay al lado. Nos miramos fíjamente llegar el uno al otro, cuando estábamos a la misma altura nos seguimos mirando, nos cruzamos a pocos centímetros girando ligeramente la cara para seguir sosteniendo la mirada y después cada uno siguió su dirección (no era plan de desnucarse o darse contra una farola). Cinco pasos después, con los mofletes encencidos y una estúpida sonrisa en la boca, me giré a mirarle (cosa que jamás hago) y qué me encuentro..., él también estaba girado mirándome... No sé por qué no nos paramos ninguno de los dos... Bueno sí, por lo de siempre... La próxima vez (que espero que haya próxima vez), le invito a una caña.
©AC

No hay comentarios:

Publicar un comentario