martes, 27 de abril de 2010

Que te vaya bonito.

Yo no sé qué careta va a servir.
Si me miras, sólo pienso en huir.
Si mis flores no te gustan,
tíralas, para eso están.
No puedo ofrecerte nada más.

Nada más - J.M. Granados/Mamá-Los Secretos


Me cansé.
Que te vaya bonito.

[Felicidades a todas las Montses]

©AC

lunes, 26 de abril de 2010

Díme.

Y díme, amor, qué es lo que he hecho
para merecerme tal desprecio.

Díme qué he hecho
y díme qué he de hacer
para evitar el frío al amanecer.
©AC

domingo, 25 de abril de 2010

Mi paraíso.


Damas y caballeros, este es mi paraíso. Aquí es donde me gustaría estar ahora, donde me puedo pasar horas con los ojos cerrados simplemente sintiendo la brisa del mar. Aquí se me curan las heridas y todo duele menos. Aquí he pasado momentos inolvidables. De momento, me tengo que conformar con mis pequeños rincones secretos de Madrid. Disfruten de los suyos y si no los tienen, ¡encuéntrenlos!
©AC

sábado, 24 de abril de 2010

Debería darme igual.

Recuerdo la primera vez que nos besamos.
Recuerdo la siguiente vez años después.
Recuerdo las miradas y las sonrisas de la primera y de la segunda vez.

Las recuerdo idénticas pese a estar separadas por años.
Cómo iba a saber que ese recuerdo ahora iba a hacerme daño.

Recuerdo estar nerviosa. Recuerdo que tú también lo estabas. Recuerdo cómo nos brillaban los ojos. Recuerdo cómo me cogías de la cintura. Recuerdo cómo te acariciaba la cara y jugaba con tu pelo. Recuerdo esos segundos antes del beso, con mi frente en tu frente, tu nariz acariciando la mía, mirando el reflejo de mis ojos en los tuyos, los dos sonriendo.
...
Ahora esos besos no te los doy yo.
Ahora esas caricias y miradas no son para mí.
...
Supongo, no lo sé, que ya no piensas en mí.

Debería darme igual.
©AC

viernes, 23 de abril de 2010

Feliz día del libro.



El día del libro tiene su origen en la Diada de Sant Jordi (día de San Jorge) celebrada en Cataluña donde, desde la época medieval, es tradición que los hombres regalen una rosa a su amante y ellas correspondan regalando un libro.

Cuenta la leyenda que cerca de Montblanc había un dragón que tenía aterrorizado al reino. El pueblo, para evitar los ataques, decidió enviar cada día a una persona (que se decidía por sorteo) para que fuera devorada y así calmar al dragón. Un día, del sorteo salió el nombre de la princesa, ella asumió su destino y accedió a ir a por el dragón para ser devorada rechazando las numerosas ofertas de los que se ofrecieron a ocupar su lugar. Fue caminando pues hasta la guarida del dragón pero, cuando éste la iba a devorar, apareció San Jorge y le clavó la espada en el corazón matando a la bestia en el acto. De la sangre que brotó de aquella herida mortal nació una rosa. De ahí que ellos regalen una rosa y ellas un libro, en memora de la leyenda popular.

Feliz santo a todos los Jorges.
Feliz día del libro a todos.

Por cierto, en Madrid esta noche se celebra la noche de los libros, os dejo el link aquí para que veáis la programación y os animéis.
©AC

jueves, 22 de abril de 2010

El día E.

El día E (El día del Español) es una iniciativa que pone en marcha el Instituto Cervantes por segundo año consecutivo para la celabración internacional de la lengua española. Se celebrará el 19 de junio y, entre otras cosas, se revelará cuál es la palabra favorita de 2010. Os explico, podéis entrar en la siguiente dirección y votar vuestra palabra favorita del Español.
La mía me encanta porque se me llena la boca e intento utilizarla siempre que puedo, se puede decir que he apadrinado esta palabra para que no desaparezca, además me parece bastante graciosa (siempre me río cuando la digo, qué le voy a hacer, quien es parda, es parda). Ahí os dejo a mi ahijada: "anonadada".
Preciosa, ¿verdad?
¡Votad la vuestra!

Por cierto, hoy, 22 de abril, es el día de la Tierra y mañana ¡el día del libro!
©AC

miércoles, 21 de abril de 2010

Pequeños grandes placeres 4.

Acostarte tarde porque sabes que al día siguiente puedes quedarte en la cama haciendo cuerpo con el colchón hasta la hora de la siesta.

©AC

domingo, 18 de abril de 2010

Y el otro día me minienamoré.

El otro día al volver de no sé dónde me minienamoré. Estaba ya anocheciendo, iba caminando del bús a casa y me crucé a un chico trajeado (alto, moreno, pelo con corte surferillo, ojos oscuros, sonrisa tímida) que salía del parque empresarial que hay al lado. Nos miramos fíjamente llegar el uno al otro, cuando estábamos a la misma altura nos seguimos mirando, nos cruzamos a pocos centímetros girando ligeramente la cara para seguir sosteniendo la mirada y después cada uno siguió su dirección (no era plan de desnucarse o darse contra una farola). Cinco pasos después, con los mofletes encencidos y una estúpida sonrisa en la boca, me giré a mirarle (cosa que jamás hago) y qué me encuentro..., él también estaba girado mirándome... No sé por qué no nos paramos ninguno de los dos... Bueno sí, por lo de siempre... La próxima vez (que espero que haya próxima vez), le invito a una caña.
©AC

sábado, 17 de abril de 2010

El algodón no engaña.

Curioso cómo son los pequeños detalles los que pueden hacerte ver que hay una persona que te gusta más de lo que pensabas (o quisieras). Me he acordado de la forma de sus orejas en el autobús y me he reído yo sola. Seré gilipollas...
©AC

martes, 13 de abril de 2010

He encontrado un fantasma.

Hoy le he vuelto a ver. Hacía varios días que no me encontraba con él. Hasta que no le he vuelto a ver no me había dado cuenta de qué era lo que me faltaba cuando llegaba al andén. Si él no estaba me daba la sensación de que se me había perdido algo o de que había olvidado algo en la facultad así que me ponía a repasar el bolso para ver si estaba todo en su lugar. Hace un par de meses que le ví por primera vez. No. Miento. Hace un par de meses que me fijé en él por primera vez.

Mocasines azul oscuro. Pantalones de pinzas azul marino. Jersey de punto gris con rayas granates entorno al cuello, las mangas y la cintura. Camisa o polo oscuro. Gafas rojas. Reloj plateado y rojo. Pelo blanco. Mercromina en varios dedos. Nariz roja. Todo conjuntado. Con un períodico, manoseadísimo. Y con su radio, su inseparable radio.

Metro de Madrid. Estación de Bilbao. Andén de la línea 1 con dirección a Pinar de Chamartín. En el ipod suena “Someday” de Sugar Ray.
Llego al andén desde la línea 4. En Bilbao coinciden. Me da igual cuál coger porque las dos me llevan al mismo sitio pero es cuestión de ahorrar tiempo. Como decía, llego al andén y voy hacia el banco que está al lado de unas marcas de agua que hay en el suelo que coinciden con el lugar donde siempre paran las puertas – eso me permite ser la primera en entrar para coger sitio – y que está al ladito del panel luminoso.
Ahí está él, sentado en el lado derecho del banco. Con su periódico. Con su radio encendida. Siempre le he visto exactamente igual. Nunca se levanta conmigo a coger el tren. Se queda sentado con sus crucigramas y su radio. Siempre. Tiene siempre la misma posición. Tiene la radio colocada siempre en el mismo sitio. Quizás si se mueve no le llega bien la señal, quién sabe. Sólo le veo ahí los días que salgo tarde de la universidad. Le veo cuando salgo entre las 8 y las 9’30. Ahí está. Siempre. Siempre que hay Champions. Siempre. Siempre en el mismo banco. Siempre con la misma postura. Siempre con su periódico. Siempre con su radio. Siempre escucha el mismo programa. Siempre la misma ropa. Siempre el mismo aspecto. Siempre con la mercromina en sus dedos. Siempre con sus gafas rojas. Siempre ahí, siempre igual. Nunca nadie le mira, nunca nadie le habla... Quizás es un fantasma al que sólo yo puedo ver.
©AC
Abril 2009

viernes, 9 de abril de 2010

Quería.

Quería ver tu cuerpo al despertarme cada día. Quería ver tus ojos. Quería ser el objetivo de tu mirada. Quería que me regalaras tu sonrisa mil veces al día. Quería dedicarte la mía. Quería acariciar tu cara. Quería hacerte mimos en la cabeza hasta que te quedaras dormido. Quería sentir tus caricias en mi espalda. Quería susurrarte al oído. Quería sentir tu calor. Quería oler tu colonia. Quería que me besaras el cuello cada día. Quería ver cómo te afeitabas. Quería ver cómo te duchabas. Quería ducharme contigo. Quería ver cómo te vestías. Quería reírme de lo que llevabas puesto sólo por tenerte más rato a mi lado. Quería vestirme para ti. Quería ser tu cómplice. Quería ser tu inspiración. Quería ser contigo. Quería que fueras conmigo. Quería reír contigo. Quería que me mimaras. Quería sorprenderte. Quería conocerte. Quería que me conocieras. Quería esperarte. Quería que me esperaras. Quería disfrutarte. Quería divertirte. Quería tranquilizarte. Quería besarte. Quería abrazarte. Quería cuidarte.

Quería quererte, así de simple.

Quería, pero tú no quisite.

©AC

viernes, 2 de abril de 2010

Te sobreviví.

Desde el momento en el que tembló el suelo y se derrumbó el sueño que habíamos construido durante tantos meses me quedé en estado de shock. Primero me quedé entre las ruinas muy quieta, con los ojos cerrados muy apretados deseando despertar y que todo hubiera sido un sueño, como una niña pequeña que desea que la sombra que le da miedo desaparezca. Luego abrí los ojos y ví que era verdad, que estaba rodeada de ruinas, que tenía heridas graves de las que brotaba la sangre a borbotones entre los cascotes y el polvo, pero seguía esperando que vinieras a rescatarme y a curarme. Después ví que no venías, me dí cuenta ya medio desangrada. Tardé en reunir las fuerzas suficientes para salir de donde estaba y arrastrarme hasta una calle donde pudieran verme y ayudarme, pero resulta que una vez allí, todo edificio que me rodeara me daba pavor y me alejaba de él sin pensármelo dos veces por miedo a otro terremoto repentino que resultara devastador y, esta vez sí, lo destruyera todo y acabara conmigo. Como dice Sabina, mi corazón estaba cerrado por derribo. Ahora, tantísimo tiempo después, recibo el alta médica y voy acercándome a esos rascacielos, en algunos incluso me apetece entrar. Por fín puedo decir algo que creía que no podría decir nunca: te sobreviví.
©AC